31 octubre 2011

El espejo, ponerse en el lugar del otro


Esta dinámica consiste en ponernos por parejas uno sentado enfrente del otro. Y tenemos que imitarnos mutuamente, primero uno hace de “persona” y el otro de espejo, y después al contrario. Por último los dos seremos espejos y los dos seremos personas que realizan los movimientos a la vez.
Con esto, no intentamos solo mostrar y reproducir los movimientos físicos, con esto también queremos aprender a imitar expresiones faciales e intentarlo con los sentimientos.
Cuando uno hace de espejo y el otro de reflejo y luego al revés, ahí podemos observar si se tiene iniciativa a la hora de hacer algo (siendo las personas que hacemos los movimientos) o si sabemos adaptarnos a los demás (haciendo de espejo). Lo complicado viene cuando ambos hacemos de las dos cosas a la vez. Debemos de saber llevar, dejarnos llevar y a la vez coordinarnos, porque si no lo hacemos, cada uno hace  lo que quiere sin tener en cuenta al otro. Esto puede llevar a que ambos hagan lo que quieran sin prestar atención al otro, que uno se deje influenciar por lo que hace el otro y el no emita gesto simplemente se encargue de repetirlos sin más, sin intentar poner interés. O simplemente que ninguno tenga la iniciativa y ambos se queden parados sin hacer nada.
A nosotros esto nos sirve para explicarnos de cierto modo, que el día de mañana trabajaremos con compañeros dentro de un grupo multidisciplinar y que debemos de saber acoplarnos de la mejor manera posible. Pero, no simplemente haciendo lo que se nos mande, sino que también debemos de tener una iniciativa para realizar nuestras propias actividades. Y de esta forma será como iremos autorealizándonos a nosotros mismo y viendo que no solo servimos para hacer si no también para decidir.
También se nos intenta concienciar de la dificultad que existe para comprender a los otros.Y mostrar que la falta de comunicación es muchas veces un problema de falta de comprensión.

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